domingo, 10 de noviembre de 2019

Ecosistemas del Uruguay

Ecosistemas del Uruguay
Pradera
Pradera:
Formación dominante, ocupa el 76% del territorio.
Muy modificada, después de 400 años de pastoreo.
Asociados aparecen los chircales
Alto valor económico y ecológico
En algunos campos aparecen dos estratos:
-inferior: constituido por una matriz herbácea, integrada por gramíneas tiernas y plantas de otras familias, muchas veces de alto valor forrajero
-Superior: gramíneas más elevadas (flechillas) y subarbustos (chircas, mío-mío, carqueja) que se disponen en manchones dispersos.
Comportamiento estacional:
-Ciclo estival: germinan en primavera y se desarrollan en verano (pasto horqueta, pasto miel, paja mansa, pasto chato, cola de zorro, cola de lagarto, cola de liebre)
-Ciclo invernal (flechilla)

Humedales
Humedales:
Un humedal es una zona de tierras, generalmente planas, cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitentemente. Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres.
Ambientes de alta biodiversidad: plantas y animales terrestres, acuáticos y anfibios.
Bañados permanentes y temporarios ocupan 4000km2: Bañados del Este, Humedales del Santa Lucía, Esteros de Farrapos.
Protegidos por convenio Ramsar
Carpincho, cangrejo sirí, morrocoyo, yacaré, venado de campo, guazubirá.

Bosques Nativos
Bosques Nativos:
1-2-3: Bosque fluvial
Llamado también ribereño, franja o galería.
Desarrollado en torno a cursos de aguad e arroyos, ríos y cañadas, de las lagunas y de islas vinculadas a los mismos.
Es el bosque que ocupa más superficie. Su ancho depende del relieve (en las planicies del Cebollatí alcanza varios cientos de metros).
Presenta una zonificación en franjas paralelas al curso de agua:
Imagen 1- Sobre las márgenes especies hidrófilas (sauce, sarandí, mataojo, molle rastrero, ceibo, etc).
Imagen 2- En la franja intermedia, especies subxerófitas, con menos requerimientos hídricos pero que no se adaptan a sequías y altas temperaturas (tarumán, laureles, tembetarí, etc).
Imagen 3- Más alejada del curso, especies adaptadas a resistir temperaturas altas, vientos y déficit de agua (molle, aruera, canelón, coronilla, etc).
- Sobre el borde del monte, se intercalan arbustos y pajonales.
También posee estratificación vertical:
-Estrato bajo constituido por hierbas, helechos, arbustos y plántulas
-Estrato medio con árboles pequeños y arbustos, epífitas, enredaderas y trepadoras
-Estrato alto compuesto por las copas de los árboles, alcanzando los 20m de altura
Disminuye la erosión de las márgenes, reduciendo la velocidad de las aguas, pero la tala ha afectado su extensión y composición original.
4 -Bosque Parque
Especies arbóreas y arbustivas dispersas que se desarrollan sobre un tapiz vegetal de pradera.
Presente desde Artigas a Colonia, ubicado entre el monte ribereño y la pradera.
Especies predominantes: algarrobo, ñandubay, espinillo, tala.
También coronilla, cina-cina, molle, palma caranday, quebracho blanco.
Degradado por su uso para leña o su sustitución por agricultura.
5 – Palmares
Formaciones vegetales en que predominan palmeras. De las 6 especies nativas, sólo 2 forman palmares.
Butia yatay (Yatay): en el litoral oeste, sobre suelos arenosos bien drenados.
Butia capitata (Butiá): en zona este, sobre suelos pesados con drenaje pobre. 70.000hás en dos grandes áreas (Palmares de Castillos y de SanLuis)
Deterioro a partir del pastoreo (bovino y porcino) y por su sustitución por agricultura.
6 - Bosque serrano
• Típico del sur del país.
• En zonas pedregosas.
• Especies altas en las faldas de los cerros (Canelón, Tembetarí) y achaparrados en las zonas altas(molle, guayabo). Incluye Matorrales (romerillo, espina de la cruz, lantanas)
• Presencia importante de especies xerófitas y espinosas, alto porcentaje de arbustos
• Especie dominante: coronilla, aunque muy disminuida por tala para leña.
• Reducen erosión en las cuencas altas.
7 - Bosque de Quebrada

Sistema frágil dependiente de particulares micro condiciones climáticas (alta humedad, baja luminosidad y escaso viento), edáficas y geomorfológicas (estrechos valles excavados por cursos de agua).
Las especies arbóreas presentan mayor altura y diámetro de tronco que otros bosques.
Se encuentran especies que no aparecen en otras partes del país (helechos arborescentes, yerba mate).
Estratificación vertical:
- Estrato superior: copas de árboles que pueden superar los 15 o 20m (palo jabón, guayabo)
- Estrato medio: especies de menor altura (chal-chal, plumerillo, blanquillo)
- Estrato bajo: helechos, trepadoras, hiervas.








Breve reseña de la historia de la Economía Uruguaya


A la hora de hacer una reseña de la historia económica contemporánea de nuestro país es preciso aclarar que la historia económica del mismo y la historia política en la primer mitad del SXX está determinada por el conflicto existente entre las dos burguesías existentes en nuestro país: la burguesía urbana (identificada antaño con el partido colorado) y la burguesía rural (identificada con el partido nacional), podemos tomar como punto de partida el período del Uruguay Batllista que comienza en 1870 cuando la burguesía urbana logra imponerse a la burguesía rural.
En este primer período de la economía Uruguaya que también es llamado período de crecimiento ya que el Uruguay experimentó una tasa de crecimiento constante del 3,3% del PBI por año desde 1900 hasta 1957, lo cual se explica por el crecimiento hacia fuera del Uruguay agroexportador y el nacimiento de la industria hasta los 30’ y del 40’ al 57 se explica por el sistema de sustitución de inversiones en el que el país no importaba nada que se produjera dentro de nuestro territorio.
En el comienzo de dicho período se marca la transición desde un régimen semi feudal con contradicciones políticas que enroscaron al país en una sangrienta y larga guerra civil, hacia el sistema capitalista de producción. Para esto las políticas de José Batlle y Ordóñez fueron el motor inicial. Conjunto con el alambramiento de los campos terminaron las últimas resistencias gauchescas, ya que nadie podía circular libremente por los campos, lo cual luego de ofuscada la rebelión de Aparicio Saravia los gauchos se vieron imposibilitados de seguir adelante con su modo de vida y se apaisanaron.
Este fue el comienzo de un Uruguay que tuvo un temprano desarrollo industrial, las políticas Batllistas de apoyo a la clase trabajadora beneficiaron a los más desposeídos y a todos los trabajadores con leyes laborales que los beneficiaban con más y mejores derechos y les garantizaron más y mejores condiciones laborales. Además se decretaron leyes que controlaban la renta de las inversiones extranjeras y se obligaba a los empresarios a reinvertir parte de la ganancia obtenida, en proyectos productivos.
Esta legislación social y laboral permitió un rápido crecimiento de la industria y la economía Uruguaya, sobre todo del sector publico, ya que se crearon empresas del estado como UTE, ANCAP, OSE, Frigorífico Nacional (FRIGONAL), y más adelante ANTEL entre otras dependencias del estado.
Hubo cierta estabilidad económica durante toda la era Batllista ya que la mayoría de la población contaba con buenas condiciones de vida, y se contaba con una gran adhesión a las normas constitucionales y a las libertades públicas y privadas por parte de la población.
Todo esto llevó a que en la década de los 50’ se implantara en la jerga popular el dicho “como el Uruguay no hay”.
Sin embargo a fines de los 60’ (entre 15 y 18 años después) el 10% de la población había emigrado. El motivo de este cambio abrupto de un nacionalismo conciente y orgullo nacional al abandono del país en busca de mejores oportunidades se da en forma de un lento proceso a partir de finales del 50’ cuando se firma el primer préstamo de interés condicionado del FMI hacia Uruguay.
El Uruguay agroexportador tubo su auge en la década del 40’ y la primera mitad de los 50’ ya que se vendía alimento para las tropas que estaban en las varias guerras que sufrió el mundo, pero con el fin de la guerra de Corea, como no habían frentes tan grandes de guerra en el mundo empezaron a disminuir las exportaciones de productos alimenticios por lo que nuestro país comenzó un proceso de crisis que lo acompañaría por muchos años.
En 1957 comienza un segundo período de la economía Uruguaya: el período de estancamiento. Los recortes salariales provocan grandes huelgas y protestas de trabajadores, aquí es cuando empieza la radicalización de la represión estatal y aparecen las primeras medidas prontas de seguridad (suspensión temporal de las garantías individuales a sindicatos o grupos de personas). Es aquí donde la clase trabajadora comienza a independizarse del poder político de los partidos tradicionales para conformar una verdadera fuerza social capaz de transformar la realidad de nuestro país.
Dicho proceso culmina con la formación de la CNT (Central Nacional de Trabajadores) en 1965 con el congreso del pueblo luego que la línea herrerista del partido nacional intentara dar un golpe de estado fallido.
La baja de los salarios causó por lógica que la gente consuma menos y retire sus ahorros del banco, previendo esto el “banco transatlántico” propiedad de la familia Peirano Fazio cerro fraudulentamente quedándose en su poder con todo el dinero de sus ahoristas agudizando así la crisis.
 En tan sólo 20 años Uruguay se había convertido en una plaza financiera  donde el capital nacional estaba sometido al capital financiero y al interés de las empresas multinacionales de crédito. Desde el comienzo de la crisis en 1955 Uruguay firmó su primera carta intención del FMI en la que el Fondo Monetario Internacional le dio un préstamo con intereses condicionados al país, lo que significa que el país debía seguir estrictamente políticas decretadas por este organismo si quería el préstamo.
La crisis aumentó y también las manifestaciones populares al punto de que en 1967 se crearon los Tupamaros  que fueron la primera de tres guerrillas en nuestro país (también estaba el OPR33 y la FAU). Al mismo tiempo se crean organizaciones paramilitares clandestinas como el “escuadrón de la muerte” con el objetivo de asesinar, torturar y desaparecer ilegalmente a militantes políticos opositores al gobierno y a sus familiares.
En el corto lapso de transición que va desde 1955 a 1973 se había eliminado todo rastro del Uruguay Batllista, la dictadura acabó con los últimos bastiones de institucionalidad democrática dando a un tercer período en la historia de la economía Uruguaya, el período de contracción.
Las consecuencias de este período de contracción iniciado en 1973 con el golpe de estado cívico-militar, son muy duras, ya que en 1984 el PBI del país era 17 veces menor que en 1981, pero curiosamente el promedio de sueldos en ese mismo período creció un 25% a pesar de que la mayoría de la gente cobraba mucho menos al aumentar la concentración de la riqueza en pocas manos había un grupo muy chico de personas que ganaba muchísimo más dinero causando que el promedio general suba aunque la mediana haya disminuido un 40% en ese período.
La mediana es un dato económico de mayor relevancia que el promedio, ya que este último suele ser engañoso debido a que al haber poca gente que gana muchísimo eso nos eleva el promedio aunque el resto gane poco, la mediana de salarios consiste en tomar el 50% más pobre de la población y ver hasta cuanto gana ese 50%.
Otro dato relevante de este período es que en 1973 la deuda externa Uruguaya era de 717 millones de dólares, pero en 1984 la deuda era de 4664 millones de dólares, con lo cual se destinaba el 8,6% del PBI y el 48% de las exportaciones para el pago de la deuda. Además el déficit fiscal estuvo en su punto record (8,6%) y la cifra de desempleo era del 15% aprox. Entre 1982 y 1984 hubo una caída del ingreso real y de las pasividades (jubilaciones y pensiones) del 30% y hubo un creciente protagonismo del sector financiero en la economía.
Los altísimos costos del pago de la deuda externa tenían al país atado de pies y manos por lo que a la década comprendida entre 1980 y 1990 se le llamó la década perdida, ya que todo fruto de crecimiento económico fue a parar al pago de la deuda externa.
Con este problema comienza el cuarto período de la economía Uruguaya que  arranca en 1985 con el reestablecimiento de la democracia.
En este primer gobierno democrático posdictatorial no hubieron cambios sustanciales en la economía pero se abrieron los consejos de salario, se invirtió en lanas, forestación y hotelería a la vez que se controlaron las variables económicas y se combatió la inflación.
En estos primeros 5 años de democracia si bien creció el sector servicios, la forestación, el arroz y los lácteos, hubo una contracción de la industria manufacturera, de la pesca, el agro, la construcción, textil, metalurgia, y en la fabricación de calzados.
Entre 1985 y el 2000 el Uruguay experimentó un crecimiento económico que se dio sobre todo por condiciones externas favorables. Desde 1990 en adelante Uruguay vivió un proceso de liberalización de la economía y una gran transformación de esta.
Se liberalizó el comercio exterior de forma progresiva (primero regional con el MERCOSUR y luego internacional) y empezó a crecer desmedidamente el sector terciario de la economía conjunto con el deterioro de los otros dos sectores causando primero un gran crecimiento de los ingresos por las exportaciones de servicios, pero la oferta de estos creció más que la demanda provocando la crisis de finales de los 90’.
La economía Uruguaya se hizo dependiente de la exportación en hipotéticas condiciones favorables que en 1999 se volvieron adversas ya que los precios de los productos agropecuarios bajaron y Argentina y Brasil entraron en recesión, lo que llevó también al Uruguay a la recesión.
En los 90’ había un bajo coeficiente de inversión nacional (19%) que contrastaba con el alto índice de inversión extranjera directa (IED). Esto se dio sobre todo en los sectores del agro, agroindustrial, industrial, energía, turístico, comercio minorista y servicios financieros, o sea, dedicado casi en su totalidad al sector terciario y en segundo lugar al sector primario, lo poco que se invirtió en el sector secundario fue en productos muy básicos para consumo interno, este sector sufrió gran contracción.
Hasta 1998 aumentó la exportación de bienes y servicios pero esto solo se dio en los productos llamados “nuevos y dinámicos”. Hubo crecimiento en el sector terciario y en la oferta de productos y productos de exportación fue mayor que la demanda, lo cual devino en la crisis de finales de los 90’.
Se formó el MERCOSUR y se liberalizó la economía con lo que los ciclos de la economía Uruguaya quedaron atados a los de los países vecinos. Hubo una gran contracción en el sector secundario (industria) en todos los productos vinculados al proteccionismo interno que tras la apertura externa no pudieron competir con los precios de los productos extranjeros, también hubo contracción en el sector primario acompañado de la expansión del sector terciario. Esta relación también se ve en las exportaciones y en el empleo urbano, el cual recibe una reducción del empleo público.
La inflación descendió al 10% y se dolarizó la economía lo que trajo una disminución de la competitividad de nuestros productos y la devaluación del peso Uruguayo. También se redujo la carga tributaria al agro y la industria afectados por la liberalización.
A partir de 1998 se vio un incremento del desempleo (casi15%) que en 1999 se vio amortiguado por una fuerte emigración llegando a crearse un desempleo estructural, esto va de la mano de un aumento del salario real casi nulo (2%).
Durante toda la década de los 90’ no se modifica la concentración de la riqueza pero a partir del 98’ esta crece aceleradamente.
El porcentaje de hogares pobres disminuyo desde 1985 hasta 1994, luego aumentó y a partir de 1998 se aceleró, el déficit fiscal se redujo hasta el 98, luego se despegó, los gastos del gobierno central aumentaron toda la década, pero en el 98’ aumentaron desmesuradamente.
En la década de los 90’ se le dio más poder a los bancos, pero el funcionamiento de mercados financieros fue insatisfactorio.
Entre 1998 y el 2000 aumentó la marginalidad, la segregación  y segmentación social, la infantilización de la pobreza, aumentó aceleradamente la emigración, el estado dejó de intervenir en materia salarial lo que lleva a una progresiva concentración de ingresos, se crea una brecha fiscal (más impuestos para todos) y el poder financiero está en su mayoría en manos de extranjeros que no residen en nuestro país.
El año 2000 abre un nuevo período de la economía de nuestro país, en dicho año asume la presidencia Jorge Batlle quien a traves de la liberalización total de la economía busca reimplantar el modelo de país como plaza financiera que existía previo a la dictadura.
El estado deja de intervenir totalmente en la economía,  se le da exoneración impositiva al capital fiscal pero se recarga de impuestos a las clases trabajadoras, lo cual aumenta las tensiones y los conflictos sociales, cada vez hay más descontento popular y aumenta la concentración de la riqueza.
Con la crisis la gente ya no deposita dinero en los bancos y trata de retirar sus ahorros, previendo esto el “banco comercial” propiedad de la familia Peirano Bacio cierra sus puertas realizando una gigantesca estafa financiera en la que se quedan con el dinero de todos sus ahorristas entre los que se encuentran muchos empresarios que deben cerrar sus fabricas.
La crisis alcanza su punto más agudo entre el 2002 y 2003. Muchos polos industriales quedan vacíos porque cierran todas sus fábricas creando los llamados “cementerios de fábricas”, a raíz de esto los asentamientos precarios crecen a pasos agigantados al igual que la indigencia y la emigración. Se dan casos masivos de desnutrición infantil en Artigas, Rivera y algunas zonas de Montevideo, el desempleo alcanzó el 19% y los salarios se redujeron un 60%. Todos los sectores de la economía se vieron brutalmente afectados, y siguió aumentando la concentración de la riqueza. El país se encontró al borde de declararse en default y la delincuencia alcanza niveles de vandalismo nunca antes vistos en la historia. Durante los años 2002 y 2003 cada 15 días en Uruguay moría un niño de hambre o de enfermedades derivadas de la falta de alimento.
En el 2004 debido a que el estado comenzó a intervenir en la economía esta dejó de contraerse y se estancó.
Finalmente en el 2005 comienza el período de la economía Uruguaya en el que nos encontramos actualmente.
En 2005 hubo un cambio político de relevancia histórica, ya que la izquierda llega por primera vez al gobierno y el presiden te electo es Tabaré Vásquez quien comienza un plan de desarrollo productivo y de mayor control de la economía, se reabren los consejos de salarios, se unifica el salario mínimo rural y el urbano ($800 por mes y $1200 por mes respectivamente) y se duplican, pasa a haber un salario mínimo nacional de $2400 que al 2010 llegó a ser $4900. Se estimularon las inversiones priorizando las de capital nacional y las de proyectos productivos (sector secundario) hay una recuperación de la crisis durante los 3 primeros años en los que la economía creció un 5,5% del PBI por año y que en 2008 tuvo un boom por condiciones de mercado favorables llegó a 13%y en 2009 fue de un 4% pese a la crisis mundial el PBI Uruguayo continuó creciendo y las exportaciones aumentaron pero estas han sido a costa de la exportación de comodites (un producto de rápida colocación en el mercado internacional que no se consume a nivel interno) tales como la soja o la forestación que tuvieron un incremento considerable de la mano con un gran deterioro ambiental que fue de la mano con las mejoras en la calidad de vida de los Uruguayos. Se realizan políticas sociales para combatir la pobreza y la indigencia.

Durante el gobierno de José Mujica se aumentaron las políticas sociales, la inversión en educación (sobre todo en UTU) y los derechos de las minorías étnicas y sociales a la vez que se realizó una entrega de tierras sin igual, el INC (Instituto nacional de colonización) realizó durante los 5 años del gobierno de Mujica el 50% de las entregas de tierra de toda su historia en un intento por repoblar el campo uruguayo al mismo tiempo que se fomentaba la creación de fábricas de propiedad cooperativa en la ciudad, se ampliaron los derechos de los trabajadores y el salario mínimo nacional creció hasta los $9.000, a pesar de esto, el crecimiento de los comodites y del deterioro ambiental continuó. El gobierno de Mujica fue una profundización de los cambios producidos, sin embargo a partir de 2015 con el nuevo mandato de Tabaré Vasquez los cambios sociales impulsados por Mujjica se estancan y hay una disminución del crecimiento económico.

domingo, 3 de noviembre de 2019

REDD+, ¿qué es y cuales son sus dificultades de implementación en Uruguay?



REDD+ (Reducción de Emisiones de efecto invernadero por Deforestación y Degradación de los bosques) es un programa del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) con fondos del BM (Banco Mundial) y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo).
REDD+ plantea una nueva forma de concebir la naturaleza desde las grandes corporaciones y organismos de crédito. Actualmente la mayor parte del planeta cuenta con un sistema económico capitalista y el comercio mundial está basado en dicho sistema que se basa en la acumulación y reproducción permanente y ampliada del capital (capital es todo aquello que puede ser invertido para obtener ganancia), el problema es que es imposible ampliar infinitamente las ganancias y los mercados en un mundo que es finito, y que la lógica de esta búsqueda de ampliar constantemente el capital lleva a culturas y costumbres derrochadoras y consumistas que generan gran contaminación y producción de basura en las ciudades así como a la destrucción de la naturaleza por la sobre explotación de los bienes naturales. Esto ha producido una emisión de gases de efecto invernadero que están llevando al planeta a elevar constantemente sus temperaturas anuales haciendo que sea cada vez más difícil la supervivencia de muchas especies y del ser humano llevando a muchos animales a la extinción y amenazando con la extinción de la humanidad.
Los principales emisores históricos de estos gases de efecto invernadero son EEUU, los países de la Unión Europea, Canadá, Rusia, Japón y Corea del Sur a los que recientemente se les ha sumado como grandes emisores China y la India y son los responsables del calentamiento global. Dichos países no van a reducir sus emisiones y su contaminación (como deberían) ya que para esto deberían contraer sus economías en un 50% y empobrecerse, por lo que decidieron que los países llamados “subdesarrollados” multipliquen sus espacios de bosque los cuales son sumideros de estos gases contaminantes.
Los árboles obtienen su masa biológica del aire, consumiendo gases de efecto invernadero como el CO2 o el Metano y lo convierten en el oxígeno que respiramos, pero los países capitalistas (tanto pobres como ricos) suelen priorizar los intereses económicos antes que la conservación de sus bosques y un árbol al ser talado retorna todo el CO2 y metano que absorvió hacia la atmósfera, por este motivo actualmente el 20% de las emisiones de estos gases vienen de la tala de los bosques y para que esto se detenga es necesario darle un valor económico al bosque para que su conservación y reproducción valga dinero que pueda ser usado en beneficio de los pueblos, por eso REDD+ es un fondo con dinero de los países ricos antes mencionados (excepto EEUU cuyo presidente resolvió no aportar dinero a la restauración del planeta) para que se amplíen los espacios de bosque en otros países, entre ellos toda América Latina (incluyendo Uruguay).
El problema es que muchas veces se destinan estos fondos sin resultado alguno y es aquí donde entran en juego los pueblos indígenas. En primer lugar el 80% de la biodiversidad que aún queda en el planeta está en territorios indígenas ya que estos cuidan de su entorno y de la madre tierra y realizan actividades como caza, pesca, agricultura, tala para leña y madera pero sin depredar el entorno, tomando solo lo necesario y ayudando a sobrevivir, reproducirse y vivír mejor a otras especies de animales y a los árboles de los bosques. Se desarrolló una experiencia de darle una parcela de tierra deteriorada y vacía a un ingeniero agrónomo y otra igual a un indígena para que reproduzcan bosques y en 10 años los indígenas tuvieron resultados muy superiores a los de cualquier ingeniero con árboles más grandes y creando bosques en espacios donde no había nada. Por este motivo REDD+ establece que los países que quieran recibir este dinero tienen que hacer un plan de manejo de los espacios de bosque que involucren a los pueblos indígenas y que ellos tengan un papel central en esto y reciban parte de los fondos de manera directa.
Para los pueblos indígenas la naturaleza es sagrada, es su espacio espiritual, es su madre tierra (Beadahá en lengua Charrúa o Pachamama en aimara), nadie es capaz de dañar a su madre por lo que son imposibles de corromper por el dinero de las grandes empresas multinacionales que quieren destruir la naturaleza para enriquecerse.
Hasta aquí todo parece marchar bien pero hay varios problemas, el primero es ¿Qué definimos como bosque? Y hay países como Chile que incluyen los monocultivos forestales de eucalipto (que no son naturales, no tienen biodiversidad, acidifican los suelos, aumentan procesos erosivos y consumen tanta agua que aumentan los riesgos de sequía y desertificación) en su definición de bosque y dejarán a pueblos indígenas como los Mapuche totalmente por fuera de estos fondos dándole todo el dinero a las empresas multinacionales madereras que históricamente han matado mapuches.

  1. El segundo problema es que no todos los países tienen leyes que reconozcan y den autoridad a los pueblos indígenas. Es el caso de Uruguay el cual si bien el censo de 2012 establece que el 4,5% de la población (160.000 personas) se reconoce como Charrúa o descendiente de Charrúa, no existe en Uruguay una ley de reconocimiento de la población Charrúa, ni un artículo en la constitución y Uruguay junto con El Salvador son los dos únicos países de América que no han ratificado el convenio internacional N°169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre Pueblos Indígenas el cual le da a los pueblos originarios el derecho a tener territorio, al reconocimiento, a preservar lugares sagrados, a que los restos de sus antepasados sean tratados con respeto, a que las piezas arqueológicas que están en museos de otras partes del mundo sean devueltas a su país de origen y el derecho a ser consultados de manera libre, previa e informada cada vez que se vaya a implementar un mega emprendimiento que destruya la naturaleza.



 El primer presidente y dictador de Uruguay y fundador del partido colorado Fructuoso Rivera quien era profundamente anti Artiguista realiza una matanza de charrúas a traición invitándolos a comer el 11 de Abril de 1831 en Salsipuedes (Paysandú) y luego realizó un intento de exterminio de los Charrúas Artiguistas y un plan de “sustitución racial de la población Uruguaya”, desde entonces el Estado ha tenido una negación total contra la nación charrúa persiguiéndolos o prohibiéndoles su cultura con leyes que prohibieron el idioma (que fue abolida en 1945) o leyes que prohibían ponerle nombres charrúas a los niños y tener apellidos indígenas (la ley fue derogada recién en 2008) y romper con el racismo del discurso histórico de “país sin indios” es un desafío para las nuevas generaciones y para el Uruguay del futuro.

La implementación de REDD+ en Uruguay es un verdadero desafío para la nación ya que tiene dos opciones, seguir negándole el derecho humano a la identidad a 160.000 personas o cambiar su legislación y su imagen nacional reconociendo su diversidad étnica y cultural y que no es solamente un “país de inmigrantes” sino que hay una nación indígena originaria y es un país multicultural.
Hoy en día ser indígena va más allá de una herencia de sangre, implica autoreconocerse como indígena y mantener aunque sea una parte de la cultura, teniendo los valores de la complementariedad y reciprocidad entre hombres y mujeres, viejos y jóvenes, personas y naturaleza además de principios ideológicos como el buen vivir y la defensa de la madre tierra.