Feminicidios en Ciudad Juarez

Feminicidio en Ciudad de Juárez.

En el Estado de Chihuahua, al norte de México a orillas del Río Bravo y lindante con la frontera estadounidense (Ciudad “el Paso” – Texas) se localiza la cuidad de Juárez con una población de 1.508.004 habitantes. Esta ciudad se ha caracterizado por una intensa migración de Mexicanos hacia EEUU desde los años 50’, una pujante pero inestable industria maquiladora (empresas multinacionales casi siempre de origen norteamericano que realizan sólo una parte de la producción y se ubican en regiones donde puedan pagarle lo menos posible a los trabajadores para ahorrar dinero) desde los años 70’, condiciones de trabajo cada vez más precarias, una presencia totalmente descontrolada de mafias y crimen organizado, una gran violencia de género hacia las mujeres y la ausencia total del estado de Derecho. Esta ciudad es reconocida por el gobierno mexicano como una de las más violentas, (asociada con el narcotráfico.

Pertenecientes a empresas transnacionales, que se localizan en países con bajos costos sociales, específicamente, el territorio de estas fábricas en México está situado geopolíticamente por los dos polos extremos de la línea fronteriza: Tijuana y Tamaulipas.

Uno de los grandes problemas que presenta la ciudad es el feminicidio, (asesinatos brutales y organizados de niñas y mujeres), conflicto que presenta varias aristas, ligadas a las propias dinámicas de la ciudad, (maquiladoras y la red de narcotráfico).

Según cifras, durante el periodo de 1993 hasta el 2012, se contabilizaron 5.700 asesinatos de mujeres, en un rango etáreo desde los 12 a 59 años aunque la mayoría de los asesinatos son en mujeres de entre 14 y 25 años. Lamentablemente el asesinato es la etapa final, con anterioridad se las somete a las víctimas a diferentes atrocidades, (violaciones, quemaduras, golpes, entre otros).

Las víctimas generalmente son obreras, muchas veces migrantes de otras Estados o países latinoamericanos, de escasos recursos y que abandonaron los estudios por la necesidad de trabajar y son empleadas en las maquilas, las cuales realizan su trabajo en condiciones deplorables trabajando ochenta horas por semana por un salario bajísimo, sin ningún derecho laboral, por parte del gobierno mexicano que las respalde y garantice sus derechos. No es posible tampoco que puedan organizarse para reclamar porque les está prohibido. De hecho México es uno de los países con mayor nivel de desigualdad, y esta realidad se expone en las trabajadoras de las maquilas, ninguno de los asesinatos ha sido esclarecido por lo que se acusa al gobierno mexicano de hacer la vista gorda y ser totalmente pasivos (o cómplices) ante esta injusticia.

Por otro lado las redes de narcotráfico utilizan a mujeres y niñas de muy bajos recursos para la distribución de drogas, las cuales luego de iniciarlas en el negocio, las vuelven drogodependientes, de esta manera las comercializan como un objeto sexual, ya sea trabajando en prostíbulos (como esclavas), así como en la industria pornográfica, para posteriormente ultimarlas.

La principal causa de los asesinatos de mujeres son las empresas maquiladoras norteamericanas ya que en su afán de buscar mano de obra barata emplean sobre todo a mujeres y niñas que son el sector más vulnerable de la población sometiéndolas a condiciones de trabajo infrahumanas y las que se quejan de esto son asesinadas o desaparecidas, además para poder hacer rendir sus sueldos, la mayoría va caminando a trabajar pasando por zonas muy inseguras donde son víctimas de los narcotraficantes

Frente a los acontecimientos existen dos posiciones bien definidas, por un lado las familias de las víctimas que además de sobrellevar la situación, (con bastante valentía), son desprotegidas y descalificadas por la prensa mexicana y la policía.

Por otro lado, el gobierno mexicano maquilla permanentemente los datos de homicidio e ignora las organizaciones de mujeres y de los derechos humanos en pro de la justicia.

La realidad es que el gobierno mexicano poco y nada hace frente a la situación, si bien se realizaron algunos planes de seguridad, como el “Todos somos Juárez”. Éste no se trató de un plan que interviniera los problemas de fondo que presenta la ciudad, es más, en los últimos años este fenómeno se ha extendido a otros Estados del país.